Vashnevskaya
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Otra semana, otra reseña de un nuevo juego de mesa, o por lo menos de uno sobre el que no hubiese hablado ya, y esta vez toca de uno cuyo fundamento es la la diplomacia, pero de verdad, no como en el Colonos de Catán.
Espera, ¿qué ha dicho? ¡A la hoguera, hereje, el Catán es sagrado y no se puede despotricar de él! Pues yo lo hago, se siente. El Colonos de Catán NO es un juego de diplomacia; es un juego de gestión de recursos, en el que influye la diplomacia, pero ese no es su fundamento. Es más, si las fichas en la que empiezas y los dados de acompañan, es que ni vas a interactuar con otros jugadores; sin embargo en el Senji, el negociar con otros jugadores es la base, y es más, va a ser prácticamente imposible ganar si no lo haces, ya que ninguna suerte podrá compensar las ventajas de una buena negociación.
Puedes ver el artículo completo aquí:
http://ravenscourtabbey.blogspot.com.es/2015/11/juegos-senji.html
Espera, ¿qué ha dicho? ¡A la hoguera, hereje, el Catán es sagrado y no se puede despotricar de él! Pues yo lo hago, se siente. El Colonos de Catán NO es un juego de diplomacia; es un juego de gestión de recursos, en el que influye la diplomacia, pero ese no es su fundamento. Es más, si las fichas en la que empiezas y los dados de acompañan, es que ni vas a interactuar con otros jugadores; sin embargo en el Senji, el negociar con otros jugadores es la base, y es más, va a ser prácticamente imposible ganar si no lo haces, ya que ninguna suerte podrá compensar las ventajas de una buena negociación.
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