Lo mismo me creo unos cuantos enemigos, pero creo que hay que poner un poco de lógica en el asunto. Primero, el que crea algo, lo que sea, es dueño y señor de lo que se hace con ese algo. Que lo quiere regalar, perfecto, que quiere cobrar, pues el que lo quiera que lo pague, que no quiere traducirlo a otros idiomas, pues esa puerta de negocio que se cierra, pero ni es mejor ni peor persona. Yo soy el primero que me gustaría que salirera en español, pero como tantas otras cosas que no se traducen, y qué le vamos a hacer. Lo que no podemos es saltarnos los derechos de copyright a la torera porque no nos guste como alguien lleva sus productos. Traducir un pdf gratuito que han dejado los dueños, pues no creo que pongan pegas, pero traducir un documento de pago sin permiso para distribuirlo libremente va en contra de los derechos de autor, aquí y (seguramente) en la conchinchina, a parte del hecho de que estaríamos quitando parte del negocio al dueño: primero, habrá muchos españoles que lo mismo iban a comprarlo en inglés y ya no lo compran porque lo tienen en español, y segundo, cuando salga en español la habrá mucha gente que ya no lo comprará porque ya lo tienen traducido.
Por favor, tened un poco de cuidado con los comentarios, que una cosa es lo que nos gustaría y otra es insultar a la gente o incitar a la piratería porque queremos algo que el dueño, con todo el derecho del mundo, no quiere hacer.
Lo dicho, siento ser un poco el abogado del diablo, pero las leyes, nos gusten o no, están ahí para algo. Salvando las distancias, seguramente a los traficantes de droga tampoco les gusten las leyes contra la droga, pero eso no les legitima a traficar. No digo que la gravedad sea la misma, digo que faltar a una ley es faltar a una ley, aunque, por supuesto, el daño no es el mismo, pero si empezamos a no respetar las leyes, luego no nos quejemos cuando alguien no las respete contra nosotros.